Mi madre me echó de su cumpleaños por llevarle un regalo «barato», pero al final fui yo quien se rió última.

PUBLICADO EN 09/19/2025
Publicidad

Siguen llegando invitados

Después, la Sra. Turner volvió a mezclarse entre la multitud, dejándome observar cómo entraban más invitados por la puerta. La sala se llenó de charlas y risas, y las voces se agitaban unas sobre otras con creciente excitación. Cerca de la mesa de mamá, un montón de regalos llamativos y brillantemente envueltos se apilaba cada vez más alto, cada paquete más grandioso que el anterior. Cada nuevo regalo suscitaba nuevas habladurías y, aunque mi modesto regalo parecía tan pequeño entre todos ellos, podía sentir que la gente se preguntaba qué era.
Guests Continue To Arrive

Siguen llegando invitados

Publicidad

Centrarse en los cotilleos

Cuanto más duraba la fiesta, más claro se hacía que los cotilleos dominaban la sala más que la alegría genuina. Las conversaciones giraban sin cesar en torno a susurros, rumores y especulaciones, como abejas zumbando sobre la miel. Mi madre, exultante de admiración, flotaba graciosamente de invitado en invitado, sin que se le borrara la sonrisa pulida cuando le llovían los cumplidos. Sin embargo, capté un sutil parpadeo en sus ojos cuando miraba repetidamente hacia la brillante pila de regalos, como si sopesara y clasificara su valor en su mente.
Focus On Gossip

Centrarse en los cotilleos

Publicidad