La mirada
En el resplandor de las velas, sus ojos encontraron los míos, con una extraña mezcla de curiosidad mezclada con irritación. Agarrando el pequeño paquete, di un paso adelante y dije suavemente: "Hola, mamá", dejando que mi voz se suavizara lo suficiente para atraer su atención. Exhaló lentamente, con la mirada entrecerrada, como si estuviera sopesando lo que iba a hacer. "¿Qué pasa?", preguntó con recelo, aunque la calidez de mi tono le quitó una pizca de severidad.
La mirada
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Los invitados se inclinan
A nuestro alrededor, los invitados se acercaban, su interés los atraía como imanes. "¿Qué está tramando?", susurró alguien, las palabras casi tragadas por el silencio. Los ojos de mamá parpadearon hacia mí, dudando un instante antes de asentir levemente con la cabeza, dándome permiso silencioso para continuar. El gesto me infundió valor y me acerqué un paso más. Desde detrás de mí, el silencioso aliento de Sarah - "Lo tienes controlado"- me empujó hacia delante mientras la multitud se inclinaba, esperando la revelación.
Los invitados se inclinan